¿Tienes que mover cada día a una persona dependiente a tu cuidado, con un tremendo esfuerzo físico? ¿Tienes miedo a lesionarte por tener que realizar estos esfuerzos de forma repetida? ¿El paciente se queja porque moverle le causa incomodidad o dolor?
Una grúa de movilización es lo que necesitas si has respondido «si» a alguna de las preguntas anteriores. Las grúas para mover enfermos permiten que una sola persona traslade al paciente sin realizar ningún esfuerzo, evitando así lesiones y minimizando enormemente la carga diaria.
La grúa también aporta mayor confort al paciente, que se beneficiará de unas transferencias más agradables: sin tirones ni hiperpresiones, ya que el arnés reparte la presión por las distintas zonas del cuerpo y la grúa realiza los movimientos de forma suave, evitando causar molestias en las zonas más delicadas .
En tres palabras: Facilitará vuestra vida
La decisión de comenzar a usar una grúa de movilización, como apoyo al cuidado de tu familiar, puede parecer dura al principio pero los beneficios que aporta son tantos que una vez la utilices te preguntarás porque no la utilizaste antes.
Aquí te aportamos toda la información que necesitas para elegir la mejor grúa para mover enfermos
El manejo de las grúas es muy sencillo, una sola persona puede hacerlo, solo requiere aprender a poner y quitar correctamente el arnés. No hay complicaciones, solo debes tener claro que tipo de grúa es la más adecuada a vuestro caso.
Contenido
Tipos de grúa para mover enfermos
Trataremos aquí de los dos tipos principales de grúas domiciliarias para trasladar pacientes, aunque existen otras tipologías como las grúas de techo, grúas para piscina o las grúas para acceder al coche.
Grúas bipedestadoras
También conocidas como “grúas cambia pañales”. Se llaman así porque mantienen al paciente en una posición semisentada y el arnés le sujeta tan sólo de la zona del tórax, lo que permite retirar y cambiar el pañal de forma cómoda y sencilla, mientras el paciente permanece sujeto de forma confortable.
Es ideal para hacer las transferencias desde la posición de sentado: de la cama a la silla de ruedas, de la silla al inodoro o de la silla de ruedas al sillón de descanso.
El paciente no tiene que colaborar ni realizar ningún esfuerzo, la grúa lo mantiene semisentado mediante el arnés y el apoyo de rodillas. Son adecuadas para pacientes que mantienen aún algo de tono muscular, si no es así mejor una grúa de elevación.
Existen algunos modelos de grúas bipedestadoras que están preparadas para transformarlas en grúas de elevación, tan sólo cambiando la parte superior del mástil. Esta posibilidad será muy útil en el caso de enfermos que previsiblemente sufrirán un deterioro progresivo y te evitará hacer el desembolso de comprar una segunda grúa.
Grúas con percha de elevación
Las grúas de elevación levantan al paciente por completo, en posición sentada o semitumbada mediante un arnés de traslado. Podemos levantar al paciente desde la silla o la cama sin realizar ningún esfuerzo.
Cuando la persona tiene un grado total de dependencia, no tiene tono muscular, no tiene control de la cabeza o no puede permanecer apoyado esta es la grúa más adecuada.
Es importante la elección del tipo de arnés que utilizaremos, esto depende de las necesidades del usuario y el uso que le vayamos a dar a la grúa.
¿Cómo funciona una grúa para mover enfermos?
El manejo de una grúa para mover pacientes es muy sencillo, tan solo requiere un poco de práctica. La grúa tiene unas patas en la parte inferior que le dan estabilidad y permiten moverla de forma sencilla, un mástil móvil (accionado mediante un mando eléctrico) para elevar al paciente y unas asas que permiten manejar la grúa.
El primer paso es colocar el arnés, inclinando un poco el tronco del paciente hacia delante, pasándolo por la espalda y por debajo de las piernas (si esta sentado) o girándolo hacia un lado y después hacia otro (si esta tumbado). Una vez colocado el arnés acercaremos la grúa al paciente.
Tanto las grúas bipedestadoras como las grúas de elevación vienen provistas con un sistema de apertura de patas, para que puedas acercar la grúa al paciente todo lo que necesites. De esta forma será mucho más sencillo enganchar las cinchas del arnés.
Una vez hemos enganchado el arnés a la grúa (para ello tendremos que ir ajustando la altura de la percha con el mando), comenzaremos a subir suavemente el brazo de la grúa. Durante todo este proceso, la grúa debe estar frenada para que no se mueva mientras realizas la maniobra y solo tengas que ocuparte del paciente.
Según vas subiendo al usuario puedes ir colocándolo en la posición adecuada, con ayuda de las asas de agarre que tiene previstas para ello el arnés. Es el momento de volver a cerrar las patas para trasladar al paciente y volver a bajar la percha.
A continuación os mostramos un video en el que podréis comprobar lo sencillo que resulta la maniobra de colocación del arnés, para realizar la transferencia de cama a silla y viceversa.
La siguiente lista te ayudará a recordar todos los aspectos que debes considerar antes de comprar una grúa para mover enfermos. Así no olvidarás nada y tomarás la mejor decisión
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