Sillas de ruedas hay muchas, de todos los estilos, modelos y para todos los bolsillos; tanta variedad que puedes perderte en un laberinto de información. Pero tu necesitas una silla de ruedas que realmente sea funcional, es decir, que realmente sirva para lo que tu necesitas y se ajuste a tu presupuesto.
¿Cómo puedes elegir la mejor silla de ruedas? En este post te cuento todos los aspectos que debes considerar antes de comprar una silla de ruedas. No te equivoques en tu compra: elige lo que necesitas y no malgastes tu dinero en un artículo que no es lo que esperas.
¿Sabías que las sillas de ruedas tienen talla o, que dependiendo el material del que estén fabricadas, son más pesadas o más ligeras? ¿ Sabías qué puedes elegir el tamaño y tipo de rueda, según el uso que le vayas a dar? Estos y otros muchos aspectos son los que revisaremos en el siguiente post:
Contenido
Consejos para elegir la mejor silla de ruedas
Tipos de rueda: silla de ruedas grandes o pequeñas
Para un mismo modelo de silla puedes optar por ruedas grandes (que tienen aros de autopropulsión, es decir, la persona puede moverse por sí sola) o ruedas pequeñas.
Las sillas con ruedas grandes, generalmente de 600 mm, facilitan la movilidad del usuario. Si la persona no va a poder moverse por si misma, pueden ser conveniente las ruedas pequeñas: ocupan menos, ya que su anchura total es menor, y tendrás menos problema para maniobrar en espacios reducidos.
Las sillas con ruedas pequeñas no tienen aros de autopropulsión, puesto que están pensadas para personas que no pueden moverse por si mismas. El tamaño de las ruedas suele ser de 300 mm. Las sillas de ruedas pequeñas son igualmente prácticas y manejables, pero tienen menos anchura total que las de ruedas grandes, esto es muy práctico, sobre todo, para su uso en interiores donde tenemos menos espacio de maniobra.
Talla de la silla de ruedas
¿No sabías que las sillas de ruedas tienen talla? La talla de la silla corresponde con la anchura del asiento. No será lo mismo el asiento que necesitará una persona muy delgada que una persona extremadamente gruesa.
El ancho ideal que debe tener una silla de ruedas es el equivalente a la anchura de la cadera de la persona, más unos dos centímetros a cada lado, para que pueda sentarse cómodamente cuando lleve puestas prendas de abrigo. De esta forma, si el ancho de cadera del usuario es de 42 cm., tendremos que elegir una talla 45 o 46 para que se sienta cómoda.
En una silla muy ajustada el usuario estará incómodo y podrá incluso producirle roces; si la silla es demasiado ancha, el usuario tenderá a sentarse de lado, para apoyarse en los reposabrazos, esto no contribuye a mantener una buena postura.
Si el paciente es muy pesado asegúrate, además de elegir una talla suficientemente ancha, que la silla es adecuada para su peso. Las sillas para personas con peso elevado vienen reforzadas, por lo que son más robustas y resistentes.
Altura del respaldo y profundidad del asiento
Al elegir una silla de ruedas hay que tener en cuenta, también, la profundidad del asiento y la altura del respaldo. Se trata de ofrecer a la persona un soporte que sea cómodo y adecuado a sus dimensiones. Un asiento muy profundo llega hasta la zona de la corva y resulta molesto (deben quedar unos tres dedos desde la punta del asiento hasta la corva), de forma, que los usuarios muy bajos necesitarán asientos con menos profundidad.
Las personas muy altas necesitan un respaldo más alto, que les de soporte a la espalda. Existen sillas con medidas más amplias, adecuadas para usuarios de estas características. Toma estas dos medidas en cuenta para asegurarte que la silla de ruedas tiene las dimensiones adecuadas.
Si eliges una silla de ruedas con el respaldo reclinable, que permiten tumbar al usuario, deberás añadir un prolongador de respaldo. Los prolongadores son un complemento al respaldo, para que la persona no se quede sin apoyo en la cabeza cuando lo reclinamos.
Material de la silla de ruedas
Las sillas de ruedas pueden estar elaboradas de materiales más o menos ligeros. Las sillas de acero son más pesadas que las de aluminio: ten en cuenta este aspecto, si tienes que montarla en el maletero, guardarla o subirla a algún lugar de forma habitual, en estos casos la ligereza puede ser fundamental.
Hoy por hoy, casi todas las sillas de ruedas vienen equipadas con sistemas de plegado y ruedas con eje extraíble rápido: lo que permite desarmarlas de diferentes piezas, que la hacen más manejable para guardarla o transportarla. Aun así, debes saber que: las sillas de ruedas de aluminio suelen pesar unos cuatro o cinco kilos menos que sus hermanas de acero.
Ruedas macizas o neumáticas
Las ruedas de una silla de ruedas pueden llevar cámara de aire en su interior (ruedas neumáticas), o bien no llevarlas (ruedas macizas). Las ruedas neumáticas son más cómodas para el usuario, ya que el aire de la cámara amortiguará el golpeteo de la silla al moverse, sobre todo en terrenos más irregulares. El inconveniente de estas ruedas es que puedes pinchar.
Las ruedas macizas son un poco más incómodas y serían más adecuadas para su uso en interiores, pero pueden evitarte el inconveniente de sufrir un pinchazo en el momento más inoportuno. Las sillas macizas actuales incorpora nuevos materiales, menos rígidos, conocidas como ruedas antipinchazo: un poco menos rígidas que las macizas tradicionales e impedirán que pinches.
Tipos de reposapiés y reposabrazos
Los reposapiés de las sillas de ruedas, en general, son siempre regulables, para que podamos adaptarlas a la altura del usuario. Esto es importante para su comodidad, pero también para que pueda mantener una buena postura sentado. Independientemente de estas regulaciones, la persona puede necesitar un reposapiés especial: como, por ejemplo, los reposapiés elevables para personas que no puedan flexionar la rodilla o para sillas con respaldo reclinable.
También existen reposapiés con plataformas continuas o más grandes, para usuarios que tienden a sacar los pies de la plataforma o no pueden mantenerlos alineados.
Hoy en día, casi todos los fabricantes instalan en sus sillas de ruedas reposabrazos extraíbles o abatibles. Este tipo de reposabrazos permiten hacer la transferencia lateral de la silla a la cama o al coche de forma mucho más sencilla. Lo que puedes elegir es la longitud del reposabrazos: cortos (también llamados de escritorio) o largos.
Los reposabrazos cortos facilitan acercar la silla a la mesa, por ejemplo, para comer, pero tienen menor superficie de apoyo para el brazo, lo que puede resultar incomodo cuando el usuario pasa mucho tiempo en la silla.
Aquí os dejo una lista-resumen para que no olvidéis ningún aspecto a la hora de elegir la mejor silla de ruedas
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